¡Otra vez la falta de consenso! (actualizado)

Después de las diez semanas de mandato de Raul Font al frente del Consejo de Administración de la Sociedad Anónima Deportiva nos va a tocar hablar más del Consejo y la falta de consenso que del propio terreno deportivo, otra vez.

Hasta el jueves pasado, la de Jordi Virgili era la única candidatura que optaba a entrar en el Consejo i Virgili se perfilaba como el futuro presidente del club. El mismo jueves, comenzó a correr el rumor de que una plataforma impulsada por José Luis García, presidente del Nàstic entre 1998 y 2001, y otros consejeros estarían buscando consenso con Virgili para entrar juntos en el consejo de la SAD. El viernes, con una hora de antelación, Virgili anunciaba una rueda de prensa a las ocho de la tarde para anunciar que se habían mantenido contactos y que, finalmente, no se había llegado a ningún acuerdo. Virgili aseguraba que aún había tiempo para llegar a un acuerdo, pero a estas alturas, Virgili se ve más fuera que dentro. No hay consenso.

Personalmente, me sorprende mucho que, a estas alturas, y después de todo lo que ha sucedido en el seno del Consejo, se vuelva a producir otra situación de este tipo. Es normal y totalmente legítimo que cualquier consejero quiera y pueda optar a estar en el Consejo e, incluso, a acceder a la presidencia del mismo. Pero lo cierto es que hasta ahora sólo se ha postulado Virgili, que es el único que a día de hoy ha presentado al socio un modelo de gestión, el único que ha presentado una candidatura, el único que se ha mojado.

Un mes después de que Virgili presentara su candidatura, aparece García, mayor accionista a título individual de la SAD y pide entrar en el Consejo, forma su plataforma y no llega a ningún acuerdo con Virgili. Repito, totalmente legítimo que este representado, o que sea presidente, pero ¿dónde este su proyecto? ¿cuál es su propuesta?

Con un 34.65% del capital social en manos de los diez consejeros que forman la Plataforma de García, estos tienen asegurada la victoria en las elecciones que se celebraran mañana en la Junta General de Accionistas. Teniendo en cuenta que el Ayuntamiento, con un 38.36% de las acciones se abstendrá de votar, a Virgili, contando con el supuesto apoyo del resto de acciones, sólo le llegaría hasta un 26.99%, insuficiente para acceder a la presidencia.

Así que vuelve la polémica, generada por un nuevo capitulo de falta de consenso y por una Plataforma que ha decidido presentarse cinco días antes de las elecciones, cuando desde hace dos meses y medio ha tenido tiempo para manifestarse.
Las SAD funcionan así, el socio no tiene voz ni voto. Son los accionistas los que deciden, y por eso se hace mucho más difícil conseguir consenso. No es necesario presentar un proyecto al público porque, al fin y al cabo, éste, si no tiene un buen paquete de acciones, no va a tener ningún peso en el “proceso electoral”. Es un proceso de asociacionismo, de buscar mayorías accionariales antes de las votaciones. Así, el proceso de votación queda en una simple representación de todo lo que se ha gestado antes. Es así.

Así que, al fin y al cabo, y por la propia naturaleza del proceso, es muy posible que a los accionistas no les importe absolutamente nada la voluntad del socio. Eso sí, se les podría pedir, al menos, un gesto de cara a la galería; una muestra, por muy hipócrita que sea, de que el socio importa. Es la legitimación de caciquismo. El único que ha demostrado, sea cierto o no, un mínimo de respeto por el socio ha sido Virgili, el gran derrotado de las elecciones cuatro días antes de las mismas. De haber sido presidente Virgili, y conociendo su proyecto, en el futuro se le podría haber valorado en función del número de promesas cumplidas. Ahora, en cambio, a José Luis García, ¿a partir de que parámetros se le podrá juzgar en el futuro? Es muy fácil cumplir cuando no has prometido nada.

Actualizado a las 21.00 del lunes 26 de marzo:

Y como no podía ser de otra forma, José Luis García y los miembros de su candidatura han convocado este mediodía una rueda de prensa para explicar que se presentan como Plataforma porqué no han llegado a un acuerdo con Virgili. García ha insistido mucho en dejar claro que fueron ellos los que buscaron en todo momento el consenso.

García también ha dejado claro que su Plataforma no tiene ningún programa, ningún proyecto, que entraran intentando hacer el menor ruido posible y que actuaran en función de como esten las cosas. Ha asegurado que hasta que el nuevo consejo que se forme mañana no mantenga un par de reuniones no se decidirá quién será el nuevo presidente. El constructor y expresidente del Nàstic también ha dejado entrever que no habrá nuevo estadio, sí ciudad deportiva, pero no nuevo estadio...

Veremos que pasa...de momento, Virgili ya ha anunciado hace unos minutos mediante una nota de prensa a los medios de comunicación que renuncia a su candidatura.

Ay! Iturralde...

Muy difícil, casi imposible ganar el Bernabeu con el señor Iturralde González impartiendo “justicia”. Cinco minutos le bastaron para cargarse el partido y pitar a placer un partido entero después de quitarse de en medio al Nàstic con una tarjeta roja a César Navas. Falta, sí; expulsión, excesivamente rigurosa jugados sólo 5 minutos de juego. No hay patada, no hay agresión. César Navas agarra a Van Nistelroy y Iturralde no lo duda, a la calle.

Se habló en Tarragona la semana pasada del hecho de que Iturralde fuera el elegido para pitar al Nàstic. A Iturralde se le ha visto muchísimas veces en las gradas de San Mamés animando al Athletic, equipo en situación muy delicada, que perdió el sábado ante Osasuna en casa y que es desde hace tiempo un rival directo del Nàstic en la lucha por evitar el descenso. Insisto, ¿no podía pitar otro?

El caso es que a pesar de la expulsión el Nàstic dominó el primer tiempo, con un hombre menos y ante un Madrid soso, impreciso y lento que recibió sonoras pitadas a lo largo de todo el partido.
En el segundo tiempo los hombres de Flores acusaron el desgaste físico de la primera parte y se vieron superados por un Robinho que entró después del descanso y volvió loco a la defensa grana.
A pesar de todo, el Madrid se llevó demasiado premio ante un Nàstic que no bajó nunca los brazos. Lástima la ocasión de Rubén Castro que se va fuera por poco y que podría haber supuesto el empate. Me imagino que de haber empatado el Nàstic ya se hubiese ocupado el señor Iturralde de hundir un poco más a los granas. Una lástima.

Pero pasada esta jornada, hay que mirar los positivo, que lo hay, y mucho. El Nàstic sigue a 7 puntos de la salvación y tiene por delante dos semanas para recargar las pilas. Tal y como dijo Flores al final del partido, el equipo sale reforzado del Bernabeu por la buena imagen mostrada. Y como siempre, hay que destacar otra vez la brillante actitud de los 3.000 aficionados del Nàstic que presenciaron el partido en el Bernabeu, animando todo el partido y haciendo de este deporte y de esta estancia en Primera toda una fiesta para la ciudad de Tarragona. Chapeau.

La próxima final, en el Nou Estadi contra el Recreativo. A retomar la ilusión.

Foto: www.elmundodeportivo.com

Para seguir soñando

El fútbol es cuestión de dinámicas. Puedes coger una racha negativa y tardar mucho en abandonarla. Un día, sin más, cuando más desesperado estas, cuando crees que no vas a levantar cabeza, llega el tramo más difícil de la Liga y lo resuelves meritoriamente. Has cogido una dinámica negativa, ha roto la mala racha.

Eso es lo que le ha pasado al Nàstic. Cuando más tocado estaba el equipo, después de la derrota en Santander por 4-1, a 12 puntos de la salvación y ante el tramo más complicado de la Liga va el equipo y reacciona de forma soberbia. Valencia, Bilbao y Sevilla. Empate, victoria y victoria. Recorta hasta 7 los puntos que le distancian de la permanencia y sigue soñando con esa mínima, pero hoy menos que ayer, posibilidad de seguir el próximo año en Primera División.

Los hombres de Paco se han agarrado a la épica. Han apretado los dientes, se han sacudido los nervios y se han metido entre ceja y ceja una concentración que no les abandona hasta que el árbitro pita el final del partido. Ahora, además, la suerte también esta un poco más del lado de los granas.

Hoy ha caído el Sevilla, el hasta ayer líder de la Liga. Dependía de él mismo para seguir siéndolo una jornada más y para dejar al Barça tres puntos atrás. Pero no. Delante se ha encontrado a un Nàstic que le ha tuteado en la primera parte, que ha sufrido los veinte primeros minutos de segundo tiempo ante el empuje sevillista y que al final, después del gol de Portillo, ha dominado por completo el partido, aunque haya sobrevolado el Nou Estadi la sombra de los puntos que se esfuman en el descuento. Pero no, hoy no, hoy los tres puntos se han quedado en Tarragona.

Hay que felicitar a todo el equipo, por su entrega, al entrenador, por el acierto en los cambios, y a la afición, que ha demostrado una vez más lo que es una afición de Primera.

Por cierto, gran Chabaud, séptimo gol de Portillo (¡ánimo Javi!) y Tarragona que sigue soñando.

Foto: www.marca.com

El Capitán Pinilla

Asistencia y gol. Visión entre líneas y servicio de lujo en diagonal para Portillo, que consigue el sexto gol de la temporada con una perfecta definición. Colocación y oportunismo, centro de Calvo y el capitán, en el segundo palo y tras la cantada de Aranzubia, consigue el segundo, el que mata el partido cuando más sufría el equipo.

Arquitecto tirando líneas, pastelero poniendo guindas, psicólogo ofreciendo ayudas y general en la dirección del equipo. El mejor del equipo, el más listo. Hace mejores a sus compañeros, ayuda en el centro del campo y da apoyo constante a las bandas. Protege el balón como nadie y es experto en sacar faltas peligrosas de la nada.

A sus 36 años, Pinilla vive una segunda juventud. Con él sobre el campo han llegado los mejores resultados y los Portillo, Campano y compañía agradecen su generosidad en el sacrificio y el esfuerzo. Con una actitud intachable el gran Pinilla Maravilla siempre ha estado ahí, a las duras y a las maduras. Ayer, otro recital en San Mamés.

Recital de todo el equipo. Por la concentración y la entrega en cada jugada, en cada balón. No es fácil puntuar en la Catedral del Fútbol. No hizo el Nàstic su mejor partido en ataque pero se mostró seguro y contundente atrás. Supo aprovechar las pocas ocasiones que tuvo y mató el partido cuando más agonizaba el partido, jugando con once por la expulsión de Mingo.

El equipo abandona la última posición de la tabla. Inyección moral para afrontar lo que queda. Recorta tres puntos con la zona de la salvación, ahora a 9, y hunde un poquito más al Athletic, un rival directo por evitar el descenso. Las cosas no han cambiado mucho, el milagro de la permanencia sigue siendo una utopía, y más cuando el Sevilla y el Madrid esperan a la vuelta de la esquina, pero de momento se abandona la posición de colista y se mira con un poco más de optimismo el futuro inmediato. Cuatro puntos de seis, contra Valencia y Bilbao, dos resultados óptimos si la situación del equipo no fuese la que es.

Ahora a pensar en el próximo partido y a esperar que Pinilla siga asistiendo a los puntas, que siga marcando la diferencia, que Portillo las siga enchufando, que Rubén Castro siga jugando, que vuelve el gran Campano de las últimas jornadas (sin desmerecer, ni mucho menos, a Cuellar) y que la defensa siga mostrándose sólida y contundente.

Poquito a poquito y ya se mirará la clasificación a final de temporada.

El valor de Portillo

Ayer Javier Portillo nos sorprendió a todos. Le preguntamos si creía que podía jugar con Rubén Castro, formando pareja de ataque, como sucedió el domingo a lo largo de los últimos veinte minutos de partido. Era la primera pregunta de la rueda de prensa posterior al entrenamiento del miércoles. Portillo respondió a la pregunta y, sin que nadie le preguntase nada más, prosiguió: “Lo que pasa es que creo que mi trabajo en el campo debería valorarse un poco más. En cinco partidos llevo tres goles y dos asistencias. No se puede marcar en todos los partidos, es muy difícil. Pero el trabajo y los números están ahí. Me siento valorado por mis compañeros y por el cuerpo técnico, que es lo importante, pero algunos de vosotros (los medios) me habéis tratado de forma injusta. Pero ya lo sabéis, a mi las críticas nunca me afectan”.

Tenía ganas de hablar, se notaba. Con la primera respuesta de la rueda de prensa ya dijo lo que le rondaba por la cabeza, lo que le molestaba.
Estos días se ha creado un debate entorno a la figura de Rubén Castro, después de su gol del domingo en el tiempo de descuento (a centro preciso de Portillo) y sus declaraciones del lunes, en las que afirmaba creer merecer más minutos. Y los medios de comunicación hemos estado dándoles vueltas al tema toda la semana.

Creo que Portillo se ha confundido, quizás nos ha malinterpretado o nosotros no hemos sido lo bastante claros. Nadie discute, ni ha discutido (al menos que yo sepa) el buen rendimiento ofrecido por Portillo esta segunda vuelta. Su juego se ha proyectado mucho más a la zona de ataque, olvidando los días en que el delantero procedente del Real Madrid se perdía, todo esfuerzo y entrega, nadie los discute, en labores en el centro del campo, alejado de l área rival, que es dónde Portillo ofrece un mayor rendimiento.

Gol contra el Espanyol, gol en Balaídos, gol contra Osasuna en casa, asistencia de gol a Grahn en el Sardinero y asistencia a Rubén Castro contra el Valencia. Cinco partidos, cinco participaciones directas de gol. Excelentes números para el delantero madrileño. Portillo tiene su valor en el equipo, nadie lo discute, cerca del área y mirando siempre a la portería contraria, como en los últimos partidos.

Con lo que queda de Liga y en la situación en la que se encuentra el Nàstic, el equipo tiene ya muy poco más a perder. La buena imagen ofrecida por la dupla Portillo-Castro contra el Valencia ha relanzado a la palestra al delantero canario, por ser el que menos estaba jugando hasta entonces, y por sus excelentes prestaciones en el apartado goles/minutos. Eso no quiere decir que Portillo deba desaparecer del equipo. Lo único que nos hemos preguntado desde los medios de comunicación es si no pueden jugar los dos juntos, compartiendo delantera en una misma alineación. Quizás ahora, con muy poco a perder y mucho a ganar, es el momento para darle al equipo un tono más ofensivo.