¡Qué Liarte!

Ayer me tocaba descansar. No tenía que trabajar pero fui al Nou Estadi a ver el partido. Allí me encontré con un compañero de Barcelona que se encarga de dirigir los contenidos de deportes de la cadena y, en especial, de la información del Barça.

Pasamos la primera parte con una charla distendida. Cuando terminaron los primeros 45 minutos me comentó: “Si el Nàstic llega a la final la gana seguro”. Habíamos visto una buena primera parte, con dos buenos goles de Ismael y de Carlos Merino, que realizó una muy buena primera parte. El Barça, plagado de suplentes y canteranos, había llegado con peligro tan sólo un par de veces en todo el primer tiempo. El Nàstic controlaba el partido y daba la sensación de ser superior al “BabyBarça”.

En dos minutos de la segunda parte el Barça empató el partido con dos goles del joven mejicano Giovanni La sombra de los partidos de Liga, de la mala suerte y los errores de concentración de las segundas partes reaparecía y todo parecía seguir el guión de toda la temporada. A pesar de todo, Rubén Castro, con una gran vaselina, superó a Jorquera y puso otra vez al Nàstic con ventaja en el marcador.

“Ahora sí, el Nàstic no dejará escapar este partido” me comentó mi compañero de Barcelona. “Espera, espera, que esto es el Nàstic. Aun pueden pasar muchas cosas, espérate al último minuto del partido” le respondí yo, precisamente lo que comentaba con otros compañeros de la prensa local.

Entonces apareció el señor Liarte Pérez, que quiso hacer gala a su apellido y liar un partido que estaba siendo plácido, limpio y sin tosquedades en el juego. Primera amarilla merecida a Morales; la segunda mucho más discutible, innecesaria.
Sigue el recital del señor Liarte: interviene un jugador del Barça en fuera de juego, Matellán, Serrano y Álvaro Iglesisas se hacen un lio, Ezquerro entra por ahí empujando al centra argentino que termina metiendo gol en su propia portería. Liarte señala gol, pero el linier tiene el banderín levantado: ¿pitó fuera de juego? ¿falta de Ezquerro sobre Matellán? Nunca lo sabremos, el árbitro va a consultarle pero termina por ignorarlo y hace válido el empate de los de Rijkaard.

Pero aun quedaba algo más por hacer. Pinilla disputa un balón aéreo con un defensor blaugrana. Liarte pita falta, totalmente inexistente, el capitán del Nàstic, que llevaba en el campo 17 minutos, protesta y se va a la calle con roja directa.

El Nàstic aguanta con nueve y dos canteranos en el campo, Dario y Juan Antonio, y el Barça tampoco acosa la portería defendida ayer por Álvaro. Mi compañero de Barcelona me comenta que nos vamos de cabeza a los penaltis. “Espera” le digo yo “que esta historia ya la hemos vivido unas cuantas veces”. Dicho y hecho: en el minuto 92 centra Orlandi desde la banda izquierda y Ezquerro pone la puntilla a un partido que el Barça nunca se vio capaz de ganar y que el Nàstic vio ganado demasiado pronto, como tantas otras veces esta temporada.

Rueda de prensa: “Soy catalán, como todos sabéis, y desde pequeñito estoy acostumbrado a este tipo de arbitrajes dentro de Catalunya siempre que juego contra el Barça” Ahí las palabras de Paco Flores. “La actuación del colegiado ha sido nefasta” Más rotundo que nunca.
Rijkaard contestaba a Flores minutos después con un “Es lo que hay. Los árbitros hacen lo que pueden y entiendo el enfado del Nàstic y su afición”

Liarte Pérez se lió la manta a la cabeza, se lio y la lió. La lió en un partido que no había presentado ninguna complicación hasta que él la buscó. Supongo que este señor, árbitro de Seguna B, después de ver el nivel del arbitraje en Primera División ha optado por el camino más fácil para llegar a la primera liga española. Y es que en los últimos meses estamos viendo cosas muy sospechosas en la que dicen es la mejor Liga del mundo, una Liga que parece contar con los peores árbitros del mundo. Y es que uno se puede equivocar, pero lo que estamos viendo últimamente es exagerado. Hay quién ha pedido que se investigue y no es descabellado. Miren lo que pasó en Italia el año pasado, o en Alemania y Inglaterra años atrás. ¿Por qué no puede estar pasando en España?

Así que opto por pensar que el señor Liarte Pérez optó por demostrar que puestos a ser malos, él es de los más malos y, por lo tanto, esta preparado para pitar en Primera División. ¡Enhorabuena!

Foto: www.sport.com