Todos pendientes del Nàstic

Mientras la mayoría de equipos de Primera afrontan la última jornada pensando en el título, la UEFA o la salvación, el Nàstic sigue viviendo en su impás de espera hacia el final de la temporada. Los de Paco Flores no estaban en los transistores de los que el sábado por la tarde se hundían con los goles de Tamudo y Van Nistelrooy, ni en los auriculares de los que veían como el Celta tomaba un último balón de oxígeno, mientras el Atlético se alejaba otra vez de la UEFA, la Real perdía los nervios o al Sevilla se le quedaba cara de tonto por haber perdido una magnífica oportunidad para ponerse líder.

El Nàstic, en cambio, saltaba a jugar cuando toda España estaba pendiente de la coronación de Nadal en París o de la accidentada carrera en Montreal de F1. A esa misma hora, un cientos de quilómetros al norte, el Recreativo se pegaba un festín en Riazor a costa de un BabyDepor venido a menos con el paso de las jornadas.
Flores saltaba al Alfonso Pérez con muchas novedades en el once y el partido iba a transcurrir con sosegada tranquilidad mientras miles de personas abarrotaban la playa con la resaca de los partidos de la noche anterior. Partido sin miga, sin trascendencia y con el único aliciente de ver un festival de goles típico de un partido condimento. Pero la salsa estaba en Riazor y al Nàstic sólo le quedo un poco de pan para rebañar un triunfo gracias a un gold e Irurzun y a la parada de un penalti por parte de Rubén Pérez, el mejor del paritdo. Séptima victoria de la temporada, minialegria para la afición y la sensación de que con seis puntos más el Nàstic llegaría a la última jornada con opciones de salvar la categoría.

No la podrá salvar, pero el Nàstic estará la próxima jornada (domingo 17 a las 21.00) en los transistores de todos los aficionados al fútbol. Eto’o, Ronaldinho, Messi y compañía llegaran al Nou Estadi pensando en toda la ventaja tirada a la basura en las últimas jornadas y la afición culé estará toda la velada cruzando los dedos y pensando en Tenerife. Esta vez el papel de aquel Tenerife entrenado por Valdano lo tendrá que jugar el Mallorca en campo contrario. El Madrid con todo de cara para volver a ganar un titulo cuatro años después y el Sevilla esperando que Barça y merengues pinchen. Hubiese sido más bonito para el Nàstic que el Barça dependiese de él mismo, pero al final, si el Mallorca aprieta al Madrid, todos los ojos de la Liga estarán en Tarragona.

Algunos dicen que si el Nàstic le acaba quitando la Liga al Barça nos ponen la frontera en el Vendrell, otros que en el Nou Estadi se celebrarían más los goles de los culés que los del Nàstic. Habrá que verlo. Lo que esta claro, es que este Nàstic, que ya le ha dado más de un susto a equipos grandes, puede acabar siendo protagonista de la Liga.

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