Hasta pronto Nàstic

Se acabó la Liga. Y como se acabó. Noche de transistores en Madrid, Sevilla y Tarragona. Toda España, como comentaba en el post anterior, pendiente de Tarragona. Y es que ayer, a parte los equipos del corazón, quién más quién menos, era del Mallorca o del Nàstic.

Precisamente en Tarragona se le quedó la cara de tonto a todo el estadio. A los del Nàstic por la goleada encajada en la última oportunidad para darle una alegría a la afición esta temporada, y a los del Barça porque vieron (o escucharon) como, después de ser virtuales campeones durante 70 minutos, el Madrid remontaba, una vez más, su partido en los últimos minutos y se hacía con su trigésimo campeonato de Liga.

Espectacular, pues, este final de Liga. Espectacular porque el Barcelona ha pecado de listillo, se creyó campeón hace tres meses, cuando el Real Madrid vivía inmerso en una crisis que le mantenía a la deriva. Con la visita al Camp Nou de los merengues los papeles cambiaron. Al Barça le entró el miedo escénico y los de Capello se crecieron, encadenando siete victorias y un empate en ocho partidos. Hay quién dice que el Barça le ha regalado la Liga al Real Madrid. Pues se podría decir que sí. La semana pasada, a falta de tres minutos para el final del partido el Barça estaba en condiciones de llegar al Nou Estadi dependiendo de él mismo, pero la arrogancia, la prepotencia de una plantilla acomodada y el gol de Tamudo devolvieron al Barcelona a su condición de perseguidor del Real Madrid.

El Nàstic pagó ayer los platos rotos del gol de Tamudo y la postreras esperanzas culés de que el Mallorca ganase al Madrid. Paco Flores no ayudó demasiado con su planteamiento. Rácano y conservador, Flores dispuso un tribote en el centro del campo formado por Generelo, Morales y Chabaud que ni ahogó al Barça, ni creó juego ni tuvo coherencia a la hora de correr detrás del balón. Porqué eso es lo que hizo durante todo el partido, correr detrás del balón. Sólo con la salida al campo de Pinilla y Tobias Grahn el Nàstic comenzó a oler el balón y, finalmente, pudo marcar el último gol en Primera División.

Esperemos que sea el último, de momento. Hace 375 días el Nàstic ascendía en Jerez. Un año después el sueño se ha ido diluyendo poco a poco como un azucarillo. De esta temporada nos quedan momento imborrables. El ambiente de Primera, el paso de los mejores equipos del mundo por Tarragona, la cobertura especial de los medios de comunicación, la visita a campos como San Mamés, el Bernabeu o el Camp Nou. Nos quedan goles, emociones, despedidas, bienvenidas, sorpresas, y decepciones. Nos quedan las tardes de domingo enganchados a la radio, la marea grana y las lecciones ofrecidas por la afición del Nàstic en todos los campos de España. Y es que precisamente la afición ha sido lo mejor que ha tenido, tiene y tendrá siempre el Nàstic.
Por ella, por la afición, el Nàstic se merece volver cuanto antes a la Liga de las Estrellas, porque si alguien en Tarragona ha merecido ser de Primera, esa es la afición.

Hoy mismo inicia el cambio de ciclo. Un cambio encarnado con la entrada del nuevo Consejo hace un par de meses, con la presentación la semana pasada de Ricardo Resta y con la que tendrá lugar mañana en el Nou Estadi, la de Javi López, que será el encargado de devolver al Nàstic a Primera.

Cambio de ciclo también para mí. De momento, voy a disfrutar de unas buenas vacaciones para desconectar de este año tan intenso. Mi futuro profesional va a cambiar, y no se si tendré tiempo para dedicarle unos minutos a este blog cuando comience la etapa de este nuevo Nàstic 2007 - 2008. Una aventura que comenzó hace diez meses y que he intentado mantener con todas mis fuerzas, aunque haya tenido que hablar más de derrotas e inestabilidad que de victorias.

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De momento me despido. Espero que se un hasta luego.

Muchas gracias, hasta pronto y Visca el Nàstic!!!