El valor de Portillo

Ayer Javier Portillo nos sorprendió a todos. Le preguntamos si creía que podía jugar con Rubén Castro, formando pareja de ataque, como sucedió el domingo a lo largo de los últimos veinte minutos de partido. Era la primera pregunta de la rueda de prensa posterior al entrenamiento del miércoles. Portillo respondió a la pregunta y, sin que nadie le preguntase nada más, prosiguió: “Lo que pasa es que creo que mi trabajo en el campo debería valorarse un poco más. En cinco partidos llevo tres goles y dos asistencias. No se puede marcar en todos los partidos, es muy difícil. Pero el trabajo y los números están ahí. Me siento valorado por mis compañeros y por el cuerpo técnico, que es lo importante, pero algunos de vosotros (los medios) me habéis tratado de forma injusta. Pero ya lo sabéis, a mi las críticas nunca me afectan”.

Tenía ganas de hablar, se notaba. Con la primera respuesta de la rueda de prensa ya dijo lo que le rondaba por la cabeza, lo que le molestaba.
Estos días se ha creado un debate entorno a la figura de Rubén Castro, después de su gol del domingo en el tiempo de descuento (a centro preciso de Portillo) y sus declaraciones del lunes, en las que afirmaba creer merecer más minutos. Y los medios de comunicación hemos estado dándoles vueltas al tema toda la semana.

Creo que Portillo se ha confundido, quizás nos ha malinterpretado o nosotros no hemos sido lo bastante claros. Nadie discute, ni ha discutido (al menos que yo sepa) el buen rendimiento ofrecido por Portillo esta segunda vuelta. Su juego se ha proyectado mucho más a la zona de ataque, olvidando los días en que el delantero procedente del Real Madrid se perdía, todo esfuerzo y entrega, nadie los discute, en labores en el centro del campo, alejado de l área rival, que es dónde Portillo ofrece un mayor rendimiento.

Gol contra el Espanyol, gol en Balaídos, gol contra Osasuna en casa, asistencia de gol a Grahn en el Sardinero y asistencia a Rubén Castro contra el Valencia. Cinco partidos, cinco participaciones directas de gol. Excelentes números para el delantero madrileño. Portillo tiene su valor en el equipo, nadie lo discute, cerca del área y mirando siempre a la portería contraria, como en los últimos partidos.

Con lo que queda de Liga y en la situación en la que se encuentra el Nàstic, el equipo tiene ya muy poco más a perder. La buena imagen ofrecida por la dupla Portillo-Castro contra el Valencia ha relanzado a la palestra al delantero canario, por ser el que menos estaba jugando hasta entonces, y por sus excelentes prestaciones en el apartado goles/minutos. Eso no quiere decir que Portillo deba desaparecer del equipo. Lo único que nos hemos preguntado desde los medios de comunicación es si no pueden jugar los dos juntos, compartiendo delantera en una misma alineación. Quizás ahora, con muy poco a perder y mucho a ganar, es el momento para darle al equipo un tono más ofensivo.