Para seguir soñando

El fútbol es cuestión de dinámicas. Puedes coger una racha negativa y tardar mucho en abandonarla. Un día, sin más, cuando más desesperado estas, cuando crees que no vas a levantar cabeza, llega el tramo más difícil de la Liga y lo resuelves meritoriamente. Has cogido una dinámica negativa, ha roto la mala racha.

Eso es lo que le ha pasado al Nàstic. Cuando más tocado estaba el equipo, después de la derrota en Santander por 4-1, a 12 puntos de la salvación y ante el tramo más complicado de la Liga va el equipo y reacciona de forma soberbia. Valencia, Bilbao y Sevilla. Empate, victoria y victoria. Recorta hasta 7 los puntos que le distancian de la permanencia y sigue soñando con esa mínima, pero hoy menos que ayer, posibilidad de seguir el próximo año en Primera División.

Los hombres de Paco se han agarrado a la épica. Han apretado los dientes, se han sacudido los nervios y se han metido entre ceja y ceja una concentración que no les abandona hasta que el árbitro pita el final del partido. Ahora, además, la suerte también esta un poco más del lado de los granas.

Hoy ha caído el Sevilla, el hasta ayer líder de la Liga. Dependía de él mismo para seguir siéndolo una jornada más y para dejar al Barça tres puntos atrás. Pero no. Delante se ha encontrado a un Nàstic que le ha tuteado en la primera parte, que ha sufrido los veinte primeros minutos de segundo tiempo ante el empuje sevillista y que al final, después del gol de Portillo, ha dominado por completo el partido, aunque haya sobrevolado el Nou Estadi la sombra de los puntos que se esfuman en el descuento. Pero no, hoy no, hoy los tres puntos se han quedado en Tarragona.

Hay que felicitar a todo el equipo, por su entrega, al entrenador, por el acierto en los cambios, y a la afición, que ha demostrado una vez más lo que es una afición de Primera.

Por cierto, gran Chabaud, séptimo gol de Portillo (¡ánimo Javi!) y Tarragona que sigue soñando.

Foto: www.marca.com