lunes, febrero 26, 2007

Una lástima


Hubiese sido bueno el empate contra el Valencia si la situación del Nàstic no fuese tan extremadamente delicada. Un punto que para unos, después de llegar al descuento perdiendo, sabe a victoria, y para otros, después de ver el gran partido de los suyos, sabe a oportunidad perdida.

Comenzó el Valencia apretando, y mucho, con dos ocasiones de Villa que pudieron sentenciar el partido en los primeros tres minutos. Poco a poco, el Nàstic se deshizo de la presión. Un Pinilla inspiradísimo, como siempre, lideró a los granas, que poco a poco se quitaron de encima la presión y el agarrotamiento inicial. Con un doble pivote muy plano, el formado por Morales y Chabaud, el peligro del Nàstic llegaba por las bandas, pero Portillo y Pinilla no acertaban a meter la pelotita entre los tres palos defendidos ayer por Butelle.

El Nàstic mordía, ponía la intensidad y la presión. El Valencia las veía venir y lanzaba contragolpes mortales, no por su frecuencia ni su definición, pero sí por la calidad de los jugadores que los encabezaban. Silva, 21 añitos, una auténtica pesadilla para la defensa grana, y Villa, jugador español más en forma de la Liga, meten el miedo en el cuerpo a cualquiera. Y es que se nota la calidad de estos jugadores, en cada control, en cada pase, en cada movimiento. Auténtica pólvora.

A pesar de todo, hasta el gol de Joaquín, el Nàstic aguantaba bien. A partir de ese momento, el del gol valencianista, en posición de fuera de juego, el Nàstic se perdió y deambulo sin rumbo durante veinte minutos. La entrada de Generelo aportó sentido común en el centro del campo y la de Rubén Castro fijó la defensa ché. Despertó el Nàstic a tiempo. Cuellar mandaba un centro-chut al larguero y en la jugada posterior a Pinilla le hacían un penalti que el árbitro no vio o no quiso ver. Demasiado pequeña la condición del Nàstic para recibir justicia en una Liga de gigantes.

Últimos cinco minutos de infarto. El Nàstic empató en la prolongación con el gol de Rubén Castro, el más listo, como siempre, y aún dispuso de dos ocasiones más en el tiempo de descuento. Una lástima.

Los tres puntos debieron quedarse en Tarragona. El punto satisface por cómo llegó, pero no por cómo deja al equipo, que sigue colista a 12 puntos de la salvación. Hubiese sido bueno ese punto en otra situación. Ahora, lo que no sea sumar de tres en tres no sirve de nada.

Admirable la entrega y esfuerzo del equipo. Lo dijo Paco Flores en rueda de prensa: “Esto no es la Plya Station, no siempre se puede jugar con esta intensidad y sacrificio”
Lo dicho, una lástima.

Estadisticas y contadores web gratis
Oposiciones Masters