martes, febrero 27, 2007

Los números le avalan



Uno de los casos más extraños de este Nàstic, en el terreno deportivo, es el de Rubén Castro. El canario ha marcado cuatro goles, jugando cuatro partidos como titular y otros tantos como suplente, pero últimamente Flores no ha contado mucho con él y ha llegado a dejarlo inclusa en la grada. Castro marca un gol cada 106 minutos. Ahí están las cifras, las estadísticas, tan inútiles a veces y tan clarividentes otras, como en este caso.

“Soy muy tranquilo y no he tenido nunca ningún problema con el mister. Trabajo bien en los entrenamientos y he hecho goles. No entiendo porque no cuenta más conmigo”, dijo ayer después del entrenamiento. Rubén sólo habla, lo deja bien claro, si juega. Si no juega no habla. Decisión respetable. Así, seguramente, no habla en caliente y no corre el riesgo de meter la pata con declaraciones inoportunas.

Castro es un tipo introvertido. Salta a la vista. Siempre alejado del resto de sus compañeros, concentrado en el entrenamiento o en el partido, apartado del grupo, solitario, pero sin malos rollos aparentes con nadie. Llega y se marcha siempre sólo. A Castro le debe pesar la mala suerte que le ha acompañado desde que abandonó Las Palmas. Comprado por el Deportivo, cedido al Albacete, vuelta al Depor, cedido al Rácing de Santander y cedido al Nàstic, Rubén Castro arrastra el lastre de la mala suerte que le ha acompañado desde que abandonó la isla canaria. Castro no ha tenido mucha fortuna con los entrenadores, que siempre han terminado dejándole en el banquillo, pero siempre ha demostrado su calidad y su oportunismo de cara a portería. El domingo saltó al campo en los últimos minutos de partido. Flores tenía ya toda la carne en el asador. Portillo, Grahn y Rubén Castro. El delantero cedido por el Deportivo, en uno de los poquisimos balones que tocó, puso el empate en el marcador después de un preciso centro de Portillo.

“Es duro porque había estado tres meses sin jugar en Santander. He de demostrarle al entrenador que se equivoca no confiando en mí. Sería demasiado quedarme otra vez fuera del equipo. Merezco más por lo que he hecho” Y no le falta razón al delantero canario, que en proporción goles/minutos jugados presenta los números más contrastados del equipo.

Los números de Portillo en esta segunda vuelta son también muy buenos. El madrileño parece haber recuperado la suerte que le había abandonado en el primer tramo liguero. Ahora el Nàstic tiene ya muy poco que perder. El domingo Portillo y Castro demostraron que se entienden y que pueden jugar juntos. Quizás ha llegado el momento de ver jugar a los dos en un mismo once. Castro de lo merece.

Foto: www.elmundodeportivo.es

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