lunes, diciembre 11, 2006

Un suspiro de esperanza


Nou Estadi, Tarragona. Sábado 10 de diciembre de 2006. 18.47h. El Nàstic logra el segundo triunfo de la temporada en Liga y el primero en casa. ¡¡¡Ya era hora!!!
Y no es tarde. El Nàstic logró ayer tres puntos muy necesarios para seguir vivo en la Liga de las Estrellas. Lo hizo después de 90 minutos de juego gris y espeso por parte de los dos equipos. Los granas no jugaron mejor que contra el Madrid o que contra el Deportivo o que contra Zaragoza, por ejemplo, pero el premio fue mucho mayor.

Algo ha cambiado en este equipo. Y es que ayer el Nàstic, sin jugar un gran partido, supo siempre elegir la mejor opción de juego en cada momento, ofreció concentración (salvo momentos muy puntuales) durante los 93 minutos de partido y mostró una capacidad hasta ahora inusual para sufrir y defender el resultado durante los minutos finales de juego.

Tres veces disparó de forma clara entre los tres palos. Dos goles y tres puntos. Un error defensivo de Llera a la media hora de juego enmudeció el Nou Estadi e hizo rememorar los fantasmas de jornadas anteriores con el gol de Riga. Pero el equipo se supo reponer y por primera vez esta temporada consiguió remontar un partido que se había puesto cuesta arriba. El golazo de David García le sirvió al Nàstic para afrontar la segunda parte con mucho más ánimo. El Levante, en el segundo tiempo perdió el control del partido y los hombres de Paco Flores supieron llevar el tiempo del partido y rematar la faena. Rubén Castro se inventó un gol dónde lo más fácil parecía un pase a la banda o un dribling al defensa y puso en el marcador el gol de la primera victoria del Nàstic en Primera 56 años después. Un gol de pillo.

Aun quedaban quince largos minutos para sufrir. Y se sufrió. Un par de córners en contra agarrotaron a los más de 12.000 espectadores, temiendo que se repitiese la historia contra el Rácing o contra el Recreativo. Pero el equipo aguantó y no perdió la concentración. Al final, comunión entre equipo y afición.

El Nàstic no sólo ganó tres puntos. Ganó confianza, experiencia y recibe un balón de oxígeno muy importante para afrontar los dos últimos partidos antes de Navidad. Y es que ayer un rayo de luz iluminó la fría tarde en el Nou Estadi de Tarragona y la suerte, esquiva hasta ahora con los granas, se puso, por primera vez en toda la Liga, del lado tarraconense. Vuelve a haber Liga para el Nàstic, que ahora es penúltimo a tres puntos de la salvación.
El fin de semana próximo visita a Anoeta. Partido a vida o muerte contra la Real Sociedad, a la que el Nàstic, en caso de victoria, podría dejar hundida en la última posición sacándole cinco puntos de ventaja. En cualquier caso, el empate también podría ser bueno si, tres días más tarde, el Nàstic vence al Betis en Tarragona en el que será el último partido de Liga del año.

Ahora toca tener los pies sobre el suelo y no confiarse. La Liga acaba de comenzar para el Nàstic, que ha despertado muy tarde, y que se encuentra en cinco días con los dos partidos más importantes del año. Tres o cuatro puntos en los dos próximos partidos darían vida y esperanza a este Nàstic; menos sería fatídico para los granas.
Ayer se vio ya la premisa más suprema de Flores: “no vamos a jugar bonito, pero tenemos que ser prácticos”. Eso es lo que tiene que ser el Nàstic, un equipo resultadista.

Ojalá podamos decir dentro de diez días que el Nàstic llega a Navidad con mucha vida. Suerte!
Foto: www.elmundodeportivo.es

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