Fiesta incompleta
No pudo celebrarse con un triunfo el estreno del fútbol de Primera en el Nou Estadi. 14.500 espectadores se fueron a casa con la decepción por la derrota pero con la sensación de que este Nàstic dará guerra en el campeonato.
El ambiente antes del partido era espectacular. Con la ampliación de la grada de preferente finalizada, el estadio lleno y el mosaico con 12.000 cartulinas recordando que el Nàstic está en Primera, la afición dio la bienvenida a su equipo. Y comenzó fuerte el Nàstic, presionando muy arriba y sin dejar pensar a los hombres de Fernando Vázquez. Poco a poco, el Celta fue igualando las fuerzas y la primera parte terminó con un duelo equilibrado en el que el Nàstic ponía el control del balón y el Celta los rápidos contraataques. La mejor ocasión de la primera parte fue para Baiano, que mandó un tiro al palo de Bizarri.
La seguna parte comenzó como terminó la primera, con las fuerzas medidas pero esta vez, Baiano sí pudo rematar a gol un medido centro de Gustavo López des de la banda derecha del ataque gallego. Enmudeció el estadio. Con la entrada de Makukula, Gil y Irurzún, el equipo se vino arriba y a la salida de un corner Makukula era derribado en el área y el árbitro pitaba penalti. Portillo hacía subir al marcador el empate y anotaba el gol 999 del Nàstic en el Nou Estadi.
Con la afición eufórica, el Nàstic armaba rápidos contragolpes que no finalizaban con remates a portería. En uno de estos, el equipo perdió el balón, Nuñez se internó por la banda derecha, centro atrás y Nené no perdonó en la segunda ocasión de gol de la segunda parte. 1-2. Con pocos minutos para la reacción, el Nàstic lo intentó, creó un par de ocasiones muy claras de gol (una de ellas con Irurzun sólo delante de Pinto) pero no supo rematar cómo lo habían hecho los jugadores del Celta. La pólvora del Celta resultó mucho más incendiaria que la del Nàstic.
En rueda de prensa, Luis César comentaba que el 1-2 era demasiado castigo para su equipo, y es cierto que el Nàstic dispuso de claras ocasiones para empatar el partido. Quizás la igualdad final hubiese sido el resultado más justo, pero al Nàstic le faltó verticalidad en los metros finales. Esto es la Priera División y todos los equipos, por mal que jueguen, disponen de jugadores que te arman el taco en un santiamén y le resuelven el partido a su equipo. Si a esto le sumamos errores defensivos y facilidades para el rival, la cosa empeora notablemente.
Preocupante, por otra parte, y bajo mi punto de vista, la falta de efectividad que el Nàstic está sufriendo en las jugadas de estrategia. Y no por que los hombres de Luis César no los ensayen, porqué lo hacen, y mucho, sino porque de momento, en lo partidos, no están resultando como lo hicieron el año pasado.
Ahora toca pensar en el próximo partido de liga, será en el Reino de Navarra contra Osasuna, un equipo que todavía no ha puntuado y que el domingo va a salir a comerse al Nàstic. Veremos si son capaces los granas de mantener la racha de victorias a domicilio que consiguió el año pasado.
Foto: www.elmundodeportivo.es
1 Comments:
Perdonad por la falta de actualizaciones, pero me encuentro en unos cortos días de vacaciones. La semana que viene volveré a actualizar más a menudo.
Gracias!
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