Cuenta atrás

Terminó la pretemporada. Esto ya va en serio. 6 días y comienza a rodar el balón en competición oficial, inició que supondrá la vuelta a la Primera División del Nàstic más de 50 años después.
Terminaron las pruebas y los ensayos. Llega la hora de la verdad, momento para ver los frutos de esta larga y complicada pretemporada, que inició con una plantilla precaria en el stage de Austria y termina con un equipo remodelado que intenta adaptarse a marchas forzadas.

Hasta ahora hemos visto un equipo peleón, guerrillero y con una filosofía de juego clara. Luis César sabe lo que quiere y los jugadores intentan asumir los conceptos del técnico para formar un conjunto que plante batalla ante los grandes de la mejora liga del mundo. Ahora se tienen que plasmar los resultados sobre el terreno de juego y ya no vale el “buen juego con derrota” ni el “nos ha faltado rematar la faena”. Ya no. Marcar o sufrir; vivir o morir; permanencia o descenso; salvación o hundimiento.

Para el domingo ante el Espanyol, Luis César no podrá contar con Mingo, por lesión, y quizás tampoco con David García, el comodín defensivo, por acumulación de tarjetas en la pasada liga. Esto, sumado a la baja de Marco, deja el lateral izquierdo vacío, cosa que llevará a la entrenador a buscar una solución de emergencia. Por mucho que esta semana llegue el deseado lateral que ese esta buscando (se habla del lateral suizo Magnin y del regreso de Marc Bernaus), no llegará a tiempo de adaptarse y disputar el partido. También, tendría que llegar otro delantero (se habla de nuevo del brasileño Moura, de Diego Tristán y de un tapado), posición que se disputarán para el partido del Lluís Companys Portillo, Makukula y Pinilla (máximo goleador grana de la pretemporada). En el centro del campo, todo apunta a que Generelo estará disponible después de la pequeña lesión que le ha apartado del equipo dos semanas.

Comienza, pues, la cuenta atrás. A mediados de junio, equipo y afición se encontraban en plena resaca de la celebración del ascenso. Dos meses después, una plantilla renovada y una afición más ilusionado que nunca se preparan para empezar con buen pié un año que, pase lo que pase, será inolvidable para el Nàstic y su afición.